Durante esta ruta podremos admirar la belleza que nos descubre el extremo más occidental de la costa sur de la isla. El terreno prácticamente plano por el que transcurre el camino, y los acantilados de baja altura, nos ofrecen la oportunidad de disfrutar de un plácido paseo a orillas del mar. Al dejar atrás la urbanización de Son Xoriguer, podremos observar un paisaje natural, que en este tramo del Camí de Cavalls consiste básicamente en amplias zonas de roquedales litorales, alternados con las suaves depresiones que forman las pequeñas calas que van apareciendo a lo largo del recorrido. En algunas de las playas de este tramo encontramos una abundante vegetación dunar. Detrás de la playa de Son Saura destaca la zona húmeda del Prat de Bellavista que sirve de refugio a numerosas aves acuáticas. Comprobaremos la estrecha relación que mantiene el Mediterráneo con la vegetación del litoral. Estas plantas, auténticas supervivientes, pueden llegar a convivir a diario en contacto directo con el viento y la salinidad. Llegando a Cala en Turqueta empezaremos a ver algunos bosques de encinas, que nos acompañarán a lo largo de la costa en todos los barrancos que desembocan en el mar. Durante la ruta podremos observar la Talaia d’Artrutx (siglo XVII); torre de vigilancia desde la que se alertaba, siglos atrás, de la presencia de posibles invasores en la zona.
¡Descarga tu guía de Menorca!