La isla de Menorca es un museo al aire libre donde las piedras hablan de un pasado misterioso. Uno de los conjuntos talayóticos más sorprendentes es el de Torralba d'en Salord. Su recinto de taula es espectacular. Los estudiosos Peter Hochsieder y Doris Knösel han descrito los monumentos talayóticos como 'obras maestras de la potencia en equilibrio; son a la vez arquitectura y escultura, son pensamientos convertidos en piedra'. Una visita al poblado talayótico de Torralba da muestra fehaciente de ello. El conjunto se encuentra a medio camino entre Maó y Alaior. Estuvo habitado desde la Época Prehistórica hasta la Edad Media, y conserva una espectacular sala hipóstila, fragmentos de murallas, cuevas, una vivienda talayótica, un gran talayote, y restos de otro de menor tamaño. Pero lo verdaderamente espectacular es su recinto de taula, con una altura de 4,30 metros y rodeada de pilastras laterales, algo común en este tipo de monumentos. La taula consiste en una gran losa horizontal apoyada sobre otra vertical. Tiene forma de mesa, de ahí su nombre (taula significa mesa en catalán). Sin embargo, también parece una gigantesca T, que se ha convertido en un símbolo imposible de descifrar. Monumento exclusivo de Menorca La taula es una construcción exclusiva de Menorca, más elegante y evolucionada que el resto de monumentos prehistóricos descubiertos. Sigue siendo un misterio el porque no existen muestras en Mallorca, a pesar de pertenecer a la misma cultura talayótica. Parece ser que desempeñaban las funciones de santuario, que en esa época se construían en enclaves donde una divinidad manifestaba su presencia. Eran lugares reservados al culto, donde se ofrecían sacrificios y ofrendas a la imagen del dios, y ardían hogueras de forma permanente. El lugar estaba lleno de alimentos, estatuillas de divinidades o exvotos. En las inmediaciones de la taula de Torralba apareció la figura de bronce de un toro, que ha sido datada en el siglo III a.C y, al parecer, se colocaba sobre una peana como objeto de culto. Otro hallazgo fue un quema perfumes de barro en forma de cabeza de diosa. Nadie sabe qué significan estas taulas, pero todos coinciden en la poderosa fuerza que consiguen mediante la simplicidad. Al poblado talayótico de Torralba se puede llegar desde Maó, por un desvío de la carretera principal a siete kilómetros; y desde Alaior, por un camino que sale del mismo centro de la localidad.
El poblat de Trepucó és un dels més grans de l’illa, ja que s'estén en una àrea d'uns 49.240 m2. Actualment només es conserva una petita part de l'assentament: els dos talaiots, que són els edificis més antics (1000-700 aC), i la resta —alguns llenços de la muralla, dues torres quadrades en el mur oest, el recinte de taula i algunes restes d'habitatges— que és de l'època posttalaiòtica (650-123 aC). El recinte de taula és un dels més monumentals de l’illa, malgrat haver estat objecte d'una intervenció de consolidació que avui dia es considera poc afortunada. Es tracta d'un dels jaciments que va ser excavat cap a l'any 1930, per Margaret Murray, arqueòloga britànica pionera en la investigació científica de la prehistòria de Menorca. Les cases són perfectament visibles en la part oest del poblat gràcies a les excavacions que es van realitzar fa uns anys. Es tracta de cases polilobulars amb un pati central i diverses habitacions perifèriques. Al poblat es diferencien, per tant, una zona comunitària (entre el talaiot gran i la taula) i una d'espais domèstics.
Poblado prehistórico que perduró hasta el final de la época romana y del que se conservan la taula, un talayot, algunas cuevas artificiales excavadas en el subsuelo rocoso y unas sepulturas excavadas en la roca, probablemente de época altomedieval. La principal singularidad del yacimiento talayótico de Torre Trencada, al que se puede llegar a través de un camino que parte de la carretera general Maó - Ciutadella de Menorca, a la altura del kilómetro 9, es una de sus taulas que, aunque no haya conservado el entorno propio de santuario, dispone de una segunda pilastra vertical que asegura su estabilidad. En la zona se pueden observar también enterramientos excavados en el suelo, pequeñas cuevas y un talaiot.
Ciutadella de Menorca es caracteritza també pels seus estrets carrers, amb noms curiosos com Qui no passà o Ses Voltes que comencen en la Plaça de ses Palmeres ( o d'Alfons III) i acaben en la Catedral de Ciutadella, més enllà, en direcció a l'Ajuntament està la Plaça des Born.
Bon preu i bona qualitat.
A partir de la carta del Bisbe Sever i la correspondència de Conscenci, coneixem la maduresa i el grau d'organització de la comunitat cristiana de Menorca a principis del segle V. La intensa activitat cristiana a l'illa, almenys des del segle IV, es reflecteix amb el descobriment, fins avui, de 5 conjunts d'arquitectura paleocristiana hispànica: una petita església que no s'ha excavat encara a Sanitja, i quatre basíliques més a l'illa del Rei, Son Bou, es Fornàs de Torelló i es cap des port de Fornells.II. La basílica, situada a l'extrem de llevant de la platja de Son Bou, és del segle V dC i està orientada cap al sud-est, presenta una planta amb tres naus separades per pilars, una capçalera tripartida i un petit vestíbul o nàrtex des d'on els que encara no havien estat batejats (els catecúmens) podien participar en els oficis litúrgics. La paret recta de la capçalera, que no sobresurt, és una de les grans similituds d'aquesta planta amb les del nord de Síria a mitjan segle VI. La pica baptismal, formada per un monòlit cilíndric a l'exterior i en forma de creu a l'interior (cosa poc usual a les basíliques menorquines), originalment devia ser als peus, però es conserva actualment al compartiment esquerre de la capçalera, a la part nord. Tot l'edifici està limitat per un rectangle. El paviment de l'edifici és de morter. A l'exterior de la basílica hi ha enterraments molt simples i altres construccions probablement monacals.
Este osario colectivo de 4.000 años de antigüedad permitirá obtener nuevos datos sobre la sociedad y la cultura pretalayótica de la isla de Menorca En las inmediaciones de la batería militar de Son Olivaret, en Ciutadella, en un punto de maravillosas panorámicas, se encuentra el sepulcro prehistórico de Son Olivaret, un yacimiento desconocido e intacto descubierto por el equipo de arqueólogos del Museu de Menorca en el año 2004. Se trata de un osario colectivo utilizado entre el 2.300 y el 900 a.C. y cuyo recinto estaba cubierto por losas de piedra. Su estructura esta formada por un doble muro con forma ovalada y tiene una entrada orientada al suroeste, un corredor y una cámara interior donde se encuentran la mayor parte de los restos humanos y de cerámica. Gracias a las excavaciones realizadas en el último año, se han recuperado unos seiscientos fragmentos entre cerámica y huesos que podrían corresponder a más de 50 individuos, entre adultos y niños. Destaca el hallazgo de una docena de vasos cerámicos, unos pocos botones de hueso de forma triangular, cuentas, un colgante y una aguja de bronce y hasta una piedra para lanzar con la honda. Los restos se están estudiando en el Museu de Menorca y en breve se expondrán en el Museu Municipal de Ciutadella.
Emblemático poblado de la prehistoria menorquina por su peculiar taula y sus variados monumentos. Por la carretera de Ciutadella a Maó, a tan sólo cuatro kilómetros de esta última, nos encontramos con el poblado de Talatí de Dalt, un yacimiento talaiótico que conserva algunos de sus monumentos más importantes como el talaiot central, el santuario con la taula, diversas salas con columnas cubiertas de piedra y cuevas naturales. El poblado se encuentra delimitado por una muralla de piedra en seco y en su punto más alto destaca el talaiot central,que tenía la función de vigilancia y control del territorio, y el santuario, con una espectacular taula que tiene la pilastra del recinto apoyada en ella. Este santuario se construyó entre los siglos VI y IV a.C. y se utilizó para celebrar rituales y ofrendas que propiciasen la fertilidad de la tierra y del ganado. Gracias a las diferentes excavaciones llevadas a cabo por Amics del Museu de Menorca y Arqueomenorca, se cree que en el poblado llegaron a habitar alrededor de un centenar de personas en el momento de su máxima expansión hacia el siglo III a.C.
Poblado con viviendas de planta circular y algunas cuevas, así como el habitual talaiot de grandes dimensiones en las inmediaciones de Ciutadella. Resguardado por un maravilloso bosque de encinas, entre el camino viejo de Maó y la carretera general, encontramos el poblado de Torre Llafuda que cuenta con restos de viviendas de planta circular, cuevas, una muralla, un talaiot y una gran taula de más de tres metros de altura. Al llegar al poblado, que data del Talayótico III (800-450 a.c.) nos encontramos primero con una serie de losas grandes, dispuestas verticalmente en arco que forman parte del antiguo recinto de entrada. Justo enfrente encontramos el talaiot que debía de ser hueco ya que su parte superior se encuentra semihundida. Si entramos en el encinar, dejando el talaiot a nuestra mano derecha, veremos el santuario desde su parte trasera en el que destaca una gran taula de tres metros y medio (es la segunda más gruesa después de la de Trepucó). Se trata en realidad de la pilastra en forma de taula que, al igual que ocurre en la mayoría de los santuarios menorquines, está perfectamente caracterizada. Se encuentra siempre adosada a la pared del santuario, ligeramente por detrás del monumento central. Más información: Arqueobalear
Restos de un gran castillo de origen romano, pero con torres moras. En él, los musulmanes entregaron la isla Rey Alfonso III de Aragón en 1287. La mayor parte de las ruinas que se conservan corresponden al antiguo trazado musulmán, época de mayor esplendor de la fortaleza. Los restos más antiguos son las dos torres de planta circular del Castellet, de los siglos X y XI. Este edificio, junto al llamado casa d'Armes (de armas) y un recinto central en la cima, constituían los tres espacios principales de la fortaleza.
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